Los espíritus son millennials

Está claro que vivimos tiempos de feroz competencia en todos los ámbitos y sólo los más evolucionados, guapos y listos sobrevivirán. La población no para de crecer y, como contrapunto, los recursos escasean. Sólo los más fuertes conseguirán pasar sus valiosos genes a las venideras generaciones en aras de una especie de super humanos más duros que el material de las cajas negras de los aviones. La versión moderna de los Espartanos solo que con un dispositivo móvil en la mano en lugar de una daga o una espada. Y una mantita de franela en lugar de un casco.

Pero, ¿qué pasará con el resto de especies sobre la faz de la Tierra? Se supone que también tendrán que adaptarse. Y, ¿qué pasará con las fuerzas sobrenaturales, aquellas entre lo mundano y lo celestial?; ¿qué pasará con los ángeles, demonios, brujas, espíritus, magia negra o querubines? Es algo que me quita el sueño. Si desaparece el planeta Tierra, ¿desaparecerán ellos o quedarán flotando en una especie de limbo? ¿Necesitan un marco geográfico y físico en el que llevar a cabo sus tejemanejes? Pues a tenor de la pintada que se presenta hoy, todo hace indicar que ese es el caso: los espíritus necesitan del planeta y de nosotros y, por ello, ya han comenzado una guerra en la oscuridad adaptada a los tiempos tecnológicos modernos actuales. Al parecer, se dedican a joder las fotos de la gente. ¿Recordáis aquella foto tan guapa en la Torre de Pisa que sale borrosa, como si hubiera sido tomada debajo del agua? Pues no fue tu novio, fue un espíritu maligno. ¿Y recuerdas aquél dedazo que sale en todas las fotos en la excursión del Machu Picchu y que tapan la cara de tu amiga Raquel? Un sindicato de súcubos del siglo XVI haciendo la guerra por su cuenta. Todo perfectamente orquestado para desestabilizar lo más genuino e importante del ser humano actual: una buena foto para actualizar las redes sociales y que todos sepan lo feliz que eres. Sin eso, si se le priva de su egocentrismo, su mundo se derrumba y la tasa de suicidios ejercerá un autocontrol sobre el problema de superpoblación mundial actual.

Listos estos espíritus: se aseguran la supervivencia de un Planeta en el que habitar, de un número limitado y controlado de humanos a los que molestar y, al mismo tiempo, se adaptan a las tiempos adquiriendo nuevas habilidades tecnológicas de edición fotográfica. Algunos incluso hacen cursos online pagados por la Unión Europea.

El único problema del macabro plan radica en la habilidad innata de algunos humanos para descubrir el pastel. Es, probablemente, el instinto de supervivencia adherente a la raza. La pintada de hoy es un claro ejemplo: un humanoide que, pese a tener serios problemas con la gramática y las formas verbales, ha dado con la conspiración. Y va más allá, cree saber cuál será el próximo objetivo de estos seres oscuros y deleznables: las venas. ¿Los microchips de las vacunas contra el Covit? Ahora todo tiene sentido, Bill Gates es un espectro de aspecto fantasmagórico en la intimidad y el presi de la Universidad Católica de Murcia, un visionario. Los chis, chis, chis.

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